viernes, 21 de octubre de 2011

QUI SOC? D'ON VENIM? A ON ANEM?


Aquestes preguntes se les ha fet tothom alguna vegada a la vida. Uns han trovat resposta, altres no.
Fa temps que penso que soc Energía, Vinc del Cosmos i vaig a ser aliment pel planeta Terra.
Pero qué pasa en el decurs des de d'on venim? fins al cap a on anem?
Doncs pasa que troves tota mena de persones que van omplint el teu cistell de la raó, de la lògica, de les emocions...i totes elles deixen emprenta en nosaltres per sempre més. Més agradable o meyns, però deixen emprenta.
Avui és un día com qualsevol i una persona ha deixat en el meu cistell una emprenta especial, plena d'aprenentatges, alegríes, projectes, passes, empatía, emoció, i una llarga llista d'adjectius, que em fan sentir-me més plena, més complerta. És com si ja l'haguès conegut fa molts anys enrere i avui ha vingut a visitar-me i a preguntar-me: -hola, t'en recordes de mí?Soc una part de tú, d'una altre època de la teva vida. T'en recordes ja?
Sí m'en recordo, és clar que m'en recordo. I vull agraïrte aquesta visita i el que representa i per aixó vull fer-te un regal si em permets:

Porque todos consideran bello lo bello,
así aparece lo feo.
Porque todos admiten como bueno lo bueno,
así surge lo no bueno.

Ser y no ser se engendran mutuamente.
Lo difícil y lo fácil se forman entre sí.
Lo largo y lo corto se transforman mutuamente.
Lo alto y lo bajo se completan entre sí.
Sonido y silencio se armonizan mutuamente.
Delante y detrás se suceden entre sí.
Es la ley de la Naturaleza.

Por eso el sabio obra sin actuar
y enseña sin hablar.
Todos los seres se renuevan sin cesar.
Así él crea sin esperar nada.
Cumple su obra pero no reclama su mérito.
Y precisamente porque no lo reclama
su mérito nunca le abandona.

Lao Tse.


Tenemos que desarrollar
la capacidad de nacer como un nuevo ser
en cada momento de nuestra vida.
Así es como podemos transformar
lo negativo que hay dentro de nosotros,
e incluso la situación en la que nos encontramos.
En todo momento se puede empezar de nuevo.

Thich Nhat Hanh


Gràcies.Ja saps que em refereixo a tú.

viernes, 14 de octubre de 2011

LOS MISMOS PODERES, LAS MISMAS ESTRATEGIAS

Hace algún tiempo ya que, a las personas más cercanas a mí, les comento los paralelismos que veo entre ésta época nuestra que nos toca vivir y la Edad Media. Soy consciente que puede sonar rarísimo pero es así como lo veo y me explico:

Ante la pérdida brutal de derechos laborales que estamos sufriendo, el camino sin retorno a una sanidad privada al estilo americano, donde los parados, pensionistas, inmigrantes con pocos recursos, indigentes y sin techo no tendrán ninguna posibilidad de ser atendidos en condiciones puesto que no dispondrán de recursos para pagar su asistencia u operaciones. O en otro ámbito, las apropiaciones de tierras por las transnacionales, apoderándose de territorios pertenecientes a pueblos originarios y destruyendo así su cultura, su historia, su identidad. Indago en acontecimientos de la Edad Media y me encuentro que:

En el siglo XVI se empezaron a realizar expropiaciones a las gentes que vivían de sus tierras comunales y se llevaron a cabo los llamados "cercamientos", un término técnico que indicaba el conjunto de estrategias que usaban los lores y los campesinos ricos ingleses (por ejemplo) para eliminar la propiedad comunal de la tierra y expandir sus propiedades. Aunque los cercamientos continuaron hasta el siglo XVIII, muchísimas comunidades rurales fueron destruidas de esta manera. Comenzó una lucha intensa, cuyo punto álgido fueron numerosos levantamientos, acompañados por un largo debate sobre los beneficios y las desventajas de la privatización de la tierra; un debate que continúa hasta el dia de hoy, revitalizado por la arremetida del Banco Mundial contra los últimos bienes comunes del planeta.

La privatización de la tierra y la comercialización de la agricultura no acrecentaron la cantidad de alimentos disponibles para la gente común, aunque aumentaba la disponibilidad de comida para el mercado y la exportación. Para los trabajadores esto fue el inicio de dos siglos de hambre, DE LA MISMA MANERA QUE HOY, aún en las zonas más fértiles de África, Asia y América Latina, la mala alimentación es endémica debido a la destrucción de la tenencia comunal de la tierra y la política "exportación o muerte" impuesta por los programas de ajuste estructural del Banco Mundial.

En el siglo XIV, las mujeres habían recibido la mitad del sueldo de un hombre por hacer igual trabajo; pero a mediados del siglo XVI estaban recibiendo sólo un tercio del salario masculino reducido y ya no podían mantenerse, con el trabajo asalariado, ni en la agricultura ni en el sector manufacturero, un hecho que indudablemente es responsable de la gigantesca extensión de la prostitución en ese período. Lo que siguió fue el empobrecimiento absoluto de la clase trabajadora, tan extendida y generalizada que, hacia 1550 y durante mucho más tiempo, los trabajadores en Europa eran llamados simplemente "pobres".

Y ¿no es cierto que a dia de hoy es muy generalizado el salario mileurista? Y aunque las mujeres de hoy, en general, hemos conseguido muchos buenos puestos en política, cargos ejecutivos y demás, ¿cuántas hay con un salario más que pésimo o una paga de 300, 400 o 500 euros? ¿No es esto pobreza?

Hacia 1650, la lucha por la comida era uno de los frentes en la batalla contra la difusión de las relaciones dentro del proceso Edad Media - Inicio del Capitalismo. En todas partes, masas de gente se resistían a la destrucción de sus anteriores formas de existencia, luchando contra la privatización, la imposición de nuevos impuestos, la dependencia del salario y la presencia permanente de los ejércitos en sus vecindarios.

Hoy, estos aspectos de la transición al capitalismo pueden parecer cosas del pasado pero la similitud fundamental entre éstos fenómenos y las consecuencias sociales de la nueva fase de globalización de la que hoy somos testigos nos dicen algo distinto. El empobrecimiento, las rebeliones y la escalada "criminal" son elementos estructurales de la acumulación capitalista, en la misma medida en que el capitalismo debe despojar a la fuerza del trabajo de sus medios de reproducción para imponer su dominio.